El rechazo fue inminente a las palabras de la Secretaría de Gobierno de Bogotá “Si Rosa Elvira Cely no hubiera salido con dos compañeros de estudio después de terminar sus clases en horas de la noche, hoy no estuviéramos lamentando su muerte”.
¿Acaso es un argumento jurídico responsabilizar a la propia víctima de su brutal asesinato, de un homicidio atroz que nos sigue conmoviendo cuatro años después? Pues la entidad gubernamental llegó a la conclusión que por su decisión es responsable de su propia muerte, si tan solo Cely no hubiese ido aquel 23 de mayo de 2012, su compañero de clases Javier Velasco no la habría acorralado en el Parque Nacional de Bogotá, y no la habría violado, torturado y empalado; por ende, no habría muerto en el hospital cuatro días después, destruida por dentro por la rama que utilizó para violarla y que desgarró sus entrañas.
Dentro del documento en respuesta a la demanda por negligencia dice: “Todos sabían que (Javier Velasco y Mauricio Ariza, el primero condenado a 48 años de cárcel por el crimen y el segundo exculpado) tenían comportamientos raros y los tildaban de malosos. No obstante lo anterior, Rosa Elvira Cely salió a departir con ellos, se tomaron unos tragos…”.
¿Se le puede simplemente responder eso a la familia de una víctima torturada, violada y asesinada de forma aterradora?
La demanda buscaba que se condenara a la Policía, a la Fiscalía y a las secretarías de Gobierno y de Salud de la capital por no haber actuado debidamente para evitar el homicidio de Rosa Elvira. Ya que los familiares reprocharon el actuar de las autoridades por el tiempo que tardaron en atender la llamada que fue realizada por la misma víctima, además no fue atendida de manera rápida ni en el centro de salud más cercano.
Todo esto ha generado un pronunciamiento de la comunidad en general, una indignación que llegó a su máximo punto cuando se hizo pública la carta que culpa a Cely por poner en riesgo “su integridad y su vida”.
Al pronunciarse todo el mundo con un rechazo colectivo, provocó acorralar a los responsables de la carta, tanto que Miguel Uribe, secretario de Gobierno, pidió disculpas a la familia la de víctima, aunque digan que eso no es suficiente, y siga el descontento.
“En nombre del distrito pedimos disculpas por el tipo de argumento que ha usado la Secretaría de Gobierno en este caso. Pedimos disculpas a las mujeres y nuestra intención no es revictimizarlas”, manifestó el funcionario, agregó: “Hemos dado la instrucción para que se rectifique y se retire este argumento. Que el señor juez no lo tenga en cuenta en la defensa de la administración”. Y luego dio la información de que la directora de la oficina jurídica de la Secretaría de Gobierno, la abogada Nayibe Carrasco, había renunciado porque se cambiaría todo el personal de esa oficina,
La secretaria general de la Alcaldía de Bogotá, Dalila Hernández, confirmó que ahora hay un pleito jurídico entre el Distrito y la familia de Rosa Elvira Cely ya que este argumento es “desafortunado” y piensan rectificar lo dicho para que el proceso judicial siga en su curso.