La violencia contra civiles continúa, aunque el ejército de Irak ha recuperado terreno al Estado Islámico al sur de Bagdag, en esta ocasión un terrorista suicida hizo explotar una bomba en un estadio de fútbol provocando la muerte de al menos 30 personas, según policía y médicos.
Autoridades manifestaron que estaban entregando el trofeo a los ganadores cuando el atacante suicida “se voló entre la multitud” en la cancha, con cientos de aficionados, fuerzas de seguridad y dirigentes que presenciaban la ceremonia de premiación de un torneo local. El autodenominado Estado Islámico reivindicó el ataque.
La policía dijo que más de 50 personas resultaron heridas, pero las cifras podrían aumentar. El alcalde, Ahmed Shaker, está entre los muertos.
El Estado Islámico sacó un comunicado a través de redes sociales por la responsabilidad del ataque adjuntando una foto del supuesto suicida, quien dicen, tenía por nombre Saifullah al-Ansari, de apariencia muy joven.
Esto ocurre cuando aún enlutaba a la comunidad un atentado el 6 de marzo con coche bomba en Hilla, cerca del lugar del atentado de este viernes, el cual dejó más de 60 muertos.