Aunque sigue en proceso, se ha probado satisfactoriamente con resultados favorables en conejos y para finales del 2016 empezarán a probarlo en humanos, porque planean tener disponibilidad del producto con un precio accesible.
Este anticonceptivo se le puede agradecer a un grupo de investigadores de la Universidad de Illinois de Chicago, que llevan trabajando desde hace mucho tiempo en la inyección que funcionará por 12 meses, y si el hombre quiere ser papá se puede revertir.
Teniendo en cuenta que va en aumento los casos de embarazos no deseados, esperan que esta nueva opción anticonceptiva para hombres haga cambios positivos en salud pública y control de natalidad.