Según cálculos de la Contraloría, el país está a solo un paso (o 130 megavatios) de un nivel de producción de energía que daría lugar a recortes generalizados. Con todo el caos generado por el fenómeno de El Niño queda en duda la capacidad hidroeléctrica del país para satisfacer la demanda de energía eléctrica, que aumenta la demanda por la actividad económica y el crecimiento poblacional; y esto, es fundamental al momento de planificar para los próximos años.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que las necesidades energéticas de Colombia crecerán en 110,3% para el año 2040, los expertos hablan de reducir la dependencia de los combustibles fósiles para generar energía, para procurar que esta sea más asequible. A su vez, la necesidad de planificar una cantidad sin precedentes de nueva infraestructura energética capaz de satisfacer las futuras necesidades.
Henry Jiménez, del Heidelberg Center for Latin America, manifestó que la principal causa de las crisis energéticas surgen de la falta de planificación, dijo: “Todos los gobiernos en Latinoamérica saben que cada 10 o 15 años viene El Niño o La Niña, entonces no se justifica de ninguna manera que después de 24 años Colombia tenga la posibilidad de ir a un colapso eléctrico, porque ya se sabía que volvería El Niño. Depender de una sola fuente de energía es un gravísimo error”.
Jiménez pone a Alemania como ejemplo, ya que es un país que no tiene agua, cuenta con poca luz solar, pero en el año 2013 fue el que más energía solar produjo. Agregó: “Hay que reflexionar mucho sobre esto y Colombia debería tener hoy al menos el 50% de su generación ya basada en la termoelectricidad, es decir, plantas que trabajasen con gas, gasoil o carbón.” Insistiendo en que lo ocurrido es falta de planificación aseverando:
“Colombia es una de las grandes potencias carboníferas del mundo, ¿cómo se puede justificar que esté al borde de un colapso energético? No lo entiendo, cualquier explicación que me den no la voy a compartir porque no se justifica”.