Lo que muchos en América Latina temían es una realidad: Donald Trump fue elegido presidente de Estados Unidos, una sorpresa que puede traer el mayor cambio en las relaciones de Washington con sus vecinos continentales en décadas.
Ya sea por sus promesas de construir un muro en la frontera con México, deportar masivamente inmigrantes sin papeles y aumentar el proteccionismo comercial, o por los efectos que su elección tiene en los mercados, Trump es ahora para Latinoamérica una fuente de inquietud y tensión.
Lo que hará o dejará de hacer el magnate republicano desde la Casa Blanca es una incógnita incluso para los expertos, pero hay quienes advierten que, de mantenerse fiel a sus propuestas, se sentirán desde lejos las profundas consecuencias de su gobierno.
“Si (Trump) lleva a cabo lo que está diciendo, esto va a reventar relaciones no solamente con América Latina sino con todo el mundo”, dijo a BBC Mundo antes de la votación del martes Michael Shifter, presidente Diálogo Interamericano, un centro de análisis en Washington D.C.
México y más allá
Trump ganó la elección como un candidato ajeno y opuesto al sistema político estadounidense, mostrando su voluntad de cambiar las cosas con una serie de propuestas que causaron alarma.
Prometió construir un gran muro en la frontera con México y obligar a este país a pagarlo, algo que se volvió todo un símbolo de su voluntad de dar la espalda al vecino del sur.
También habló al inicio de su campaña de deportar a 11 millones de inmigrares indocumentados que viven en EE.UU., en su mayoría provenientes del sur del río Bravo, y sostuvo que desde México llegan criminales y violadores.
Pero luego visitó ese país, fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto y más recientemente moderó su retórica sobre las deportaciones masivas, sugiriendo que se enfocaría en quienes tienen antecedentes penales.
Este tema impacta directamente en la economía de América Latina, que recibe cada año más de US$65.000 millones de en remesas enviadas por inmigrantes desde EE.UU., según estudios.
Además, Trump define el tratado de libre comercio de EE.UU. con Canadá y México, conocido como Nafta, como “el peor” jamás firmado, y ha hablado de imponer un arancel de 35% para importaciones desde el vecino del sur.
Esto tendría un impacto enorme en la economía de México, que el año pasado exportó bienes y servicios por US$316.400 millones y logró un superávit comercial bilateral de US$49.200 millones.
Esa retórica permitió a Trump conquistar votos de una creciente porción del electorado estadounidense contraria al libre comercio y a la acogida de inmigrantes.
Y ahora que fue electo, la gran pregunta es qué hará exactamente Trump desde el gobierno.
“No sé cuánto podría hacer como presidente, dado que tiene que funcionar en un contexto de instituciones y contrapesos”, dijo Shifter.
BBC Mundo.