El virus del Zika, que en un año ha afectado a más de 75 países ha dejado de constituir una emergencia sanitaria de carácter global. Así lo ha anunciado este viernes el presidente del Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), David Heymann, en Ginebra. Esta organización declaró la situación de alerta el pasado febrero, aunque no por el virus en sí, sino por su asociación a casos de microcefalia en fetos de madres infectadas y a algunos casos de síndrome de Guillain-Barré.
La OMS, que en ese momento definió el zika como una amenaza “de proporciones alarmantes” recalca no obstante que a pesar de levantar la declaración de emergencia sanitaria global, la epidemia aún es “una prioridad” y un gran problema sanitario a largo plazo.
El fin de la declaración de emergencia global, han dicho los expertos tras su quinta reunión para tratar el zika, significa que el virus (que se transmite fundamentalmente por la picadura de un mosquito, el Aedes aegypti, el mismo que el dengue y el chikungunya) ha pasado a constituir un problema “más a largo plazo” pero no tan urgente como hace meses. El virus “no va a desaparecer”, ha advertido Heymann en una conferencia de prensa virtual.
La OMS va a crear un grupo de expertos para vigilar y analizar la epidemia y sus efectos de manera constante. Además, mantiene parte de sus recomendaciones a los países más afectados, aquellos que como Brasil y otros países americanos, el mosquito Aedes tiene una gran presencia. Recomendaciones como sexo con protección entre las personas infectadas por el virus o que las mujeres embarazadas no viajen a los territorios más afectados.