Hay diversas creencias con sus respectivos argumentos en cuanto lo saludable que resulta desayunar con frutas.
Comenzando con que las frutas son consideradas como los únicos alimentos capaces de hacer trabajar al cerebro más rápido, ofreciendo un equilibrio con todo el cuerpo. El problema yace en lo erróneo del método que la mayoría desconoce para consumirlas adecuadamente y ayudar al organismo, ya que lo ideal es consumir frutas en ayunas o cuando tenemos el estómago vacío; porque en este estado la fruta no es digerida por el estómago, sino por el intestino delgado, donde se liberan sus azúcares y se absorben sus nutrientes.
Un buen desayuno incluye frutas, no solamente está compuesto por frutas, también necesitas proteínas y grasa, que la fruta no contiene, para tener energía duradera. Comer sólo fruta puede llevarte a un estado de falta de energía a media mañana y a tener alzas en tus niveles de azúcar en la sangre, lógicamente comer cualquier cosa en el desayuno es mejor que no comer nada, pero algunas opciones son mejores que otras.
Lo ideal es combinar nutrientes adecuadamente para sentirte con energía y te mantenga satisfecho hasta la hora del almuerzo, ya que comer incorrectamente te hace caer en la tentación de un alimento poco saludable o recomendado para tu cuerpo.
No es recomendable acompañar las frutas de tu alimento matutino con almidones, papas o carne, porque las frutas no realizan el proceso de llegar hasta el intestino, que es donde pueden realizar su mejor función, sino que empiezan a fermentarse.
Cuando las consumes de manera inadecuada sientes después un sabor desagradable en tu boca o sientes molestia o pesadez en el estómago, porque tu estómago no estaba vacío. Además, te recomendamos que antes del desayuno no tomes jugo envasado (procesado o comprado) o jugo en lata o en recipientes de vidrio, pues el hecho de que esté allí es porque seguramente ha sido calentado en su proceso de producción, lo que hace que la estructura original del jugo se vuelva ácida y, a su vez, los conservantes.
BENEFICIOS:
Las frutas le dan menos pesadez a tu dieta, y aportan propiedades naturales como:
– Ayudar a protegerte contra las enfermedades del corazón.
– Fortalecer los vasos capilares, en especial aquellos vasos débiles, que están constantemente provocando ataques cardíacos o sangrados internos.
– Contiene bioflavonoides, evitan que la sangre llegue a espesarse y obstruya las arterias.
– Ofrece vitaminas y minerales tales como la Vitamina C y el potasio que ayudan a tu cuerpo a funcionar correctamente y puede ayudar a prevenir ciertas enfermedades.
– Si consumes frutas que contienen fibra (Como el plátano) brinda una buena cantidad de potasio, un nutriente esencial para la salud muscular y ayudan a controlar tu peso.
Lo ideal es que no comiences tu día llevando al estómago elementos que llevan todo el día en digerir, como pan con mantequilla y el café. Lo que debes hacer es pensar en alimentos de fácil absorción y que limpien tu cuerpo, así como las frutas, si te es posible, hazlo hasta el mediodía con jugos frescos para que le des al cuerpo la oportunidad de irse limpiando más rápidamente.
Muchas frutas contienen fibra, lo cual ayuda a que tu proceso digestivo sea más lento y a sentirte satisfecho por más tiempo.
LO IDEAL:
Un desayuno saludable debe contener frutas o verduras, proteína baja en grasa, productos lácteos y cereales integrales. Esta combinación de fibra, hidratos de carbono complejos, proteína y una pequeña porción de grasa te ayudará a tener los nutrientes necesarios para una buena salud y mantener tu apetito en orden. Un desayuno saludable puede ayudarte a concentrarte y evitar que caigas en una crisis de media mañana.
ARMA TU DESAYUNO SALUDABLE:
Avena con fruta y leche, yogur con fruta y granola, un batido de fruta con pan tostado y crema de maní y jugo de fruta con un burrito hecho con una tortilla de cereal integral, todas estas son opciones de desayunos nutritivos y deliciosos. Puedes almacenar diferentes opciones portátiles como frutas fáciles de llevar contigo, yogur y barras de granola para facilitar la adaptación de este alimento en tu día.