Incómodo el momento para el presidente de la República cuando se reunió con autoridades en San Andrés y algunos líderes raizales del archipiélago para manifestarles el compromiso con ellos, pero no todos le recibieron bien sus palabras, ya que su discurso prácticamente fue opacado por abucheos y gritos de personas inconformes con su gestión.
Mientras el primer mandatario de los Colombianos reiteraba el compromiso del Gobierno Nacional con esa región del país manifestantes raizales con arengas rechazaron su presencia en la Isla.
Santos, llegó acompañado por la Ministra de Relaciones Exteriores, MinDefensa y Ministra de presidencia al archipiélago de San Andrés y Providencia, luego de las decisiones de la CIJ de La Haya se reunió con el Gobernador de ese departamento, Ronald Housni Jaller; el Alcalde de Providencia, Bernardo Bent; el líder de la autoridad raizal, Walt Hayes; el director de Coralina, Durcey Stephens, entre otras autoridades de la región.
El encuentro se realizó en la Gobernación del departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, el jefe de Estado por su parte manifestó que invitó al diálogo al interior de las instalaciones pero los líderes se negaron, “Me dicen que este grupo no representa a la totalidad de los raizales, que es una minoría, que se les invitó entrar a discutir pero no han querido dialogar, quieren es protestar y están en todo su derecho. Protesten todo lo que quieran, griten todo lo que quieran, están en su derecho” manifiesta Santos mientras se escucha el inconformismo y el ruido que hacía cada vez más difícil entender la intervención del Presidente.
Los protestantes decían no creer más en Santos, que no les da la cara, se escucha “Fuera Santos, fuera corrupción”. Al pedir declaraciones a las voces de la protesta, advirtieron que su único deseo es la renuncia de Santos, que ya es suficiente del mal que les ha hecho y su presencia no es grata en la isla; además pidieron la renuncia del Gobernador Ronald Housni, ya que, según los líderes, menosprecia a los raizales, y los ve como personas insignificantes.
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